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Ximdex en Jot Down Ciencia: la importancia de los algoritmos

Primer plano de código en pantalla, destacando la importancia de los algoritmos en la tecnología moderna y el impacto de blockchain y machine learning.

Los algoritmos y otras tecnologías asociadas a ellos como el blockchain o el machine learning están aportando un sinfín de ventajas a las vidas diarias de las personas. En la mesa redonda de Jot Down Ciencia, donde se encontraba nuestro CEO Juan Prieto, se habló sobre la importancia de los algoritmos, sus posibilidades y también sus peligros en el presente y en el futuro cercano.

 

Los pasados días 21 y 22 de septiembre, Jot Down organizó unas jornadas para recordar que “la ciencia es cultura”. Jot Down Ciencia tuvo lugar en el Auditorio del CICUS, el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla.

Jot Down Ciencia abarcó varios temas científicos desde diferentes perspectivas, como una divertida charla sobre las implicaciones puramente físicas y químicas del amor o una interesante disertación sobre cómo la genética determina cuestiones como el sexo de una persona o su rendimiento deportivo.

Entre otras ponencias, nuestro CEO Juan Prieto participó en una mesa redonda sobre la importancia de los algoritmos en las vidas actuales. Junto a él, también se encontraban los expertos Carlos A. García Vallejo, profesor en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática, y Marta Peirano, periodista y escritora. La mesa redonda estuvo moderada por Alberto Márquez, catedrático en Matemáticas.

¿Por qué son tan importantes los algoritmos?

A raíz de la pregunta de introducción del moderador, Juan explicó que la inversión que se necesita para crear empresas especializadas en tecnologías como cloud computing se ha reducido dramáticamente. En los últimos cinco años, esto ha cambiado gracias a que grandes corporaciones como Facebook o Google están compartiendo (no gratuitamente) sus algoritmos y sus recursos.

Así, por ejemplo, un joven noruego creó un programa de reconocimiento facial para una pizzería local para saber si los clientes estaban o no satisfechos con el trato recibido, y esto lo hizo con una Raspberry, un ordenador de 25€. Esto demuestra el cambio de paradigma que se ha producido en los últimos años.

Por supuesto, las grandes empresas como Google no comparten estos datos de forma altruista, sino que éstas se alimentan continuamente de los datos que generan los propios usuarios y van mejorando y haciendo más complejos estos algoritmos.

Las cadenas blockchain y un cambio de paradigma

Continuando con los cambios de paradigma, Juan quiso destacar la importancia que va a tener blockchain en el futuro cercano y que incluso hará que Google cambie su propio modelo de negocio. Lo que blockchain busca es volver a la esencia de los orígenes de internet, en el que existen pares (emisor y receptor) que son iguales, sin ningún intermediario.

Con la web, internet pasó a estar más centralizada, apareciendo intermediarios y actores como Google, que certifican quien tú dices ser, que indexan y agregan todos los contenidos para obligarte a pasar por ellos.

¿Qué es blockchain? Se trata de una base de datos distribuida y robusta, similar conceptualmente a los programas P2P (peer to peer) que se utilizaban para intercambiar información entre usuarios directamente.

Todas las transacciones quedan registradas, pero no en un único sitio, sino de forma distribuida. Esto hace que la misma copia la tienen todos los nodos, por lo que para modificar o manipular una de ellas hay que hacer lo mismo con todas.

La cadena blockchain ayudará a eliminar intermediarios y recuperar esa libertad que hemos ido perdiendo con el tiempo, ya que se basa en confianza y en pruebas de esfuerzo, para garantizar que “los malos” se quedan fuera. Al fin y al cabo, la web continúa evolucionando de forma orgánica.

El algoritmo del blockchain, que fue creado para la creación del bitcoin, es tan interesante porque exige un problema computacional tan complejo que requiere una ingente cantidad de recursos. En la actualidad se calcula que para bitcoin hace falta gastar casi lo mismo que consume un país del tamaño de Irlanda, esto es lo que se conoce como prueba de esfuerzo.

Marta reflexionó sobre la conceptualización de términos que se utilizan continuamente en la actualidad. Por ejemplo, la nube, de la que se habla como algo etéreo y que nos rodea a todos, pero que, sin embargo, son enormes grupos de servidores, refrigerados y altamente protegidos.

Estos mismos servidores se alimentan de los datos (Big Data) que generan los usuarios, de ahí que se habla de ellos como el petróleo del siglo XXI. Paradójicamente, estas grandes compañías, las mismas que repiten este mismo mantra continuamente, son las que están comprando grandes parcelas de terrenos, minerales, agua, elementos físicos y para nada intangibles como los datos.

Por su parte, Carlos respondió una de las preguntas más populares cuando se habla de inteligencia artificial, y es que si alguna vez las máquinas van a ser superiores a las personas. El investigador lo tiene claro: los algoritmos ya han superado en inteligencia a los seres humanos, especialmente en ámbitos tan importantes como la medicina.

Aunque los algoritmos son muy inteligentes en áreas muy específicas, incluso por encima del ser humano, esto no quiere decir que vayan a ser capaces de desarrollar una inteligencia propia y llegar hasta cotas de las obras más populares de la ciencia ficción.

La introducción del machine learning y deep learning

Para terminar con la mesa, los tres ponentes departieron sobre la importancia que el machine learning y deep learning está cobrando hoy en día. Gracias a estas tecnologías, las máquinas son capaces de aprender autónomamente cuando se les explica qué es correcto y qué no.

Marta compartía una historia en la que una máquina a la que se le había enseñado traducir del inglés al francés y del francés al japonés y que aprendió a traducir del inglés al japonés, con lo cual daba a entender que podría haber unas partes comunes entre ambas gramáticas que el ser humano no ha sido capaz de deducir, pero sí la máquina.

Al final de la jornada, la conclusión a la que se llegó es que los algoritmos han cobrado una gran importancia en la vida diaria del siglo XXI. A pesar de las preocupaciones naturales sobre el control de las empresas y de los países sobre este tipo de tecnologías y de los datos de los usuarios, los algoritmos están desarrollando un sinfín de aplicaciones y de servicios que ayudan enormemente al usuario.

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